Nunca te dije
que al corazón tuve que encerrar
porque a gritos… pedía por ti.
Sin freno mi sangre corría
perseguida, desbocada
herida en soledad.
Miraba atrás
y entre el polvo de la huída
tus besos
se veían inmóviles, sin destino.
Creía que entera te dejaba
y cuando para olvidarte
en mis manos
tenía la distancia suficiente
tus caricias
nacían muertas.
Nunca te dije porque volví.
Volví…
porque al irme olvidé
llevarme el alma.
ChicoMalo
03-05-2010
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